martes, 19 de junio de 2012

Unos minutos para mi hijo



Con voz tímida y unos ojos llenos de expectativas, el pequeño recibió a su padre cuando regresaba del trabajo y le preguntó:
–Papá, ¿Cuánto ganas por una hora de trabajo?
El Padre con gesto extraño le respondió: –Hijo esas cosas no se las digo ni a tu madre, así que no me molestes que vengo muy cansado del trabajo.
Pero el niño insistió: –Pero papa, por favor dime, cuánto ganas por hora.
Para terminar con el asunto el padre respondió: –Gano aproximadamente cinco dólares por hora.
Sin inmutarse, el niño mirándole fijamente a los ojos le preguntó: –Papá, ¿Podrías prestarme dos dólares?
El hombre desconcertado por la situación le dijo con brusquedad: –¿Por eso querías saber cuánto gano por hora, no?
Vete inmediatamente a la cama, hace rato que deberías estar durmiendo en lugar de estar aquí molestándome.
Al cabo de unos minutos el padre reflexionó sobre lo que había ocurrido, se sentía mal y como faltaban pocos días para Navidad, pensó que quizás su hijo quería el dinero para comprar algún regalo… así que fue hasta el cuarto del pequeño y con una voz muy suave le preguntó:
–¿Duermes hijo? –No papá respondió el pequeño.
–Escucha hijo, aquí tienes los dos dólares que me pediste. –¡Gracias papá! dijo el niño y acto seguido metió sus manitas debajo de la almohada y sacó tres dólares más.
Entonces le dijo: –¡Papá ahora sí que estoy contento, por fin tengo los cinco dólares que quería!
–¿Para qué quieres esos cinco dólares?, dijo el hombre.
–El niño extendió los billetes hacia su padre y le preguntó: –Papá ¿Podrás ahora dedicarme una hora de tu vida?
¡Papá, mamá, abramos los ojos de una vez! Nuestros hijos necesitan de nosotros. No necesitan solamente amigos y que alguien supla sus necesidades económicas y les de abrigo, ropa, comida, libros, zapatos, juegos, etc.
Necesitan desesperadamente modelos de vida, modelos masculinos y femeninos para poder desarrollarse adecuada y equilibradamente.
Dedícales a tus hijos el tiempo que necesitan. La televisión y los videojuegos no podrán aportarles lo que puede brindarles pasar unos minutos al día junto a ti. Y no te excuses diciendo que no tienes tiempo, porque no estamos hablando de horas, sino de algunos minutos al día, pero eso si, tendrán que ser minutos de calidad, minutos en los que puedas expresarles a través de cualquier actividad o de simplemente estar juntos sin hacer nada, que ellos son importantes, que tienen valor como personas, que les consideras y les amas por lo que son.
«Piensa una cosa, si tú no lo haces, fácilmente aparecerá alguien que estará dispuesto a hacerlo por ti»

lunes, 5 de marzo de 2012

¿Qué es la crianza con apego o crianza respetuosa?



También conocida como crianza respetuosa. El término es la adaptación al español del término inglés “attachment parenting” el cual fue acuñado por el pediatra William  Sears en el libro que lleva el mismo nombre.

El pilar fundamental de la crianza respetuosa es la empatía por los niños, la verdadera empatía por sus necesidades y también el conocimiento de lo que realmente necesitan los bebés humanos para su desarrollo emocional.

Muchos de los conceptos que promueve la crianza con apego pueden parecer raras, obsoletas o exóticas, por eso voy a tratar de hilar menudito para que se comprenda bien algo fundamental: lo verdaderamente importante es el bienestar de tu hijo, hay situaciones que la crianza con apego considera básicas pero como ya sabemos, cada familia es un mundo y cada bebé una personita individual con sus gustos, apegos, emociones, etc.

 La crianza con apego tiene algunos elementos que han sido estudiados por etnopediatras, pediatras, psiquiatras antropólogos y otros profesionales y tomados como acertados en la crianza de los niños y hasta necesarios. Ésta es sólo una lista, pero cada uno de ellos está bien explicado en los diferentes artículos de la página:


  • Dormir con los hijos  

  • El contacto físico permanente con los bebés

  • La lactancia materna a demanda

  • Atender diligentemente los llamados del bebé o niño

  • La no violencia con los niños, verbal y física


La crianza respetuosa no es el cumplimiento a rajatabla de estos conceptos, bueno, el último si debería cumplirse siempre a rajatabla, el punto es que cada familia adapta a su hogar todo aquello que simplifique y armonice su estilo de vida, dándole siempre prioridad al bienestar del bebé y al instinto materno y paterno. El pensamiento principal detrás de estos tópicos es siempre el respeto y el amor al niño en cada una de sus etapas ; por eso hablamos de empatía: ponernos en lugar de esa pequeña personita y proporcionarle un crecimiento armonioso. 

Pero para dar ese paso es necesario que nos despojemos un poco y paulatinamente de todas las imposiciones culturales con las cuales convivimos a diario en occidente.

Es muy posible que te suene familiar alguna de las siguientes frases:

  • ¿Tan grande y todavía toma pecho?

  • Ya va siendo hora de que lo destetes

  • ¿Y cuándo lo vas a sacar de tu pieza?

  • Si no lo ponen a dormir en su habitación se malacostumbra y después no lo sacan con nada

  • No lo cargues que se acostumbra a estar en brazos

  • A este le encanta es estar cargado

  • Es mejor una palmadita a tiempo

  • ¡Los niños son muy manipuladores!

  • Hay que enseñarles a ser independientes

  • ¿Todavía no va al jardín? Les hace mucho bien, ¿eh?

  • Al principio se quedan llorando pero es normal

  • ¿No está muy grande para ir cargado?



  • ¿Y cuándo le vas a quitar los pañales?


Estas frases y otras similares nos son dichas a diario a los padres que cometemos tamaños errores con nuestros hijos y dejamos que duerman en nuestra habitación, los cargamos mucho, jamás les pegamos, les permitimos seguir al pecho cuando están “mayorcitos” -a propósito, ¿qué mente iluminada ;) dijo alguna vez cuándo son “demasiado mayorcitos” para tomar pecho?- y acudimos inmediatamente cada vez que nos reclaman. Pues bien, a donde quiero llegar es aquí: todos esas creencias son elaboraciones culturales que van surgiendo con el tiempo casi sin que lo advirtamos ¡y nos invaden! Están por todas partes y lo común es que jamás nos tomamos el tiempo de sentarnos a pensar un poco si tienen algún sentido, si son ciertas, si contradicen nuestro instinto y lo más importante si coinciden con la naturaleza del bebé-niño humano.


Meredith Small en su libro Nuestros hijos y nosotros, nos cuenta cómo la etnopediatría ha demostrado que efectivamente estamos occidentalizando, mejor dicho ya occidentalizamos nuestros cánones de crianza. El noventa por ciento de los bebés de todo el mundo duermen con sus papis por ejemplo ¡y crecen tan saludables e independientes!. Bueno, en realidad no podemos afirmar que ese 90 por ciento crece de esta u otra manera, pero de acuerdo con lo que he  aprendido con mi propio hijo, ni el colecho, ni la lactancia prolongada, ni llevar al bebé cargado, tienen consecuencias negativas de ningún tipo en el desarrollo de nuestros hijos, por el contrario les ayuda a sentar unas bases sólidas de autoestima y esa dependencia de los primeros años hacia nosotros los ayuda a avanzar con seguridad hacia una autonomía saludable y completa.

Eliana Escobar Luján


martes, 7 de febrero de 2012

Un colegio que no parece colegio!!!


Dicen en los centros docentes suecos Vittra que sus escuelas no son colegios al uso. Son puntos de encuentro de escolares y preescolares. Allí no existen clases ni aulas. Cualquier lugar puede ser un buen sitio para aprender.

Los estudiantes de estas escuelas suecas no se organizan por los mismos principios del sistema educativo convencional. Tampoco creen en las clases de toda la vida, las lecciones, las asignaturas…
Ni en las paredes, ni en las pizarras con tizas, ni en los pupitres. En cambio creen en la tecnología (y en los portátiles; cada alumno cuenta con uno), en la educación bilingüe (sueco-inglés), en el aprendizaje basado en la experiencia y en un sistema educativo capaz de recrear entornos de aprendizajes basados en la vida real.
Por eso para Telefonplan, su nueva escuela en Estocolmo, Vittra recurrió a Rosan Bosch. A este estudio de interiorismo le encomendó que el diseño del nuevo colegio se convirtiera en una herramienta pedagógica más.
Entre las propuestas que Rosan Bosch hizo a Vittra destaca un enorme iceberg que hace las veces de pantalla de cine. O los árboles repartidos por distintos lugares de la escuela y que sirven de puntos de encuentro ‘naturales’. O The Village, una zona con multitud de pequeñas casetas al descubierto ideales para las reuniones de pequeños grupos.