miércoles, 22 de junio de 2011

Desde la voz del recién nacido


Hoy las mujeres trabajamos a la par de los hombres, hecho que vivimos 
con orgullo y satisfacción. Además ninguna mujer está dispuesta a volver 
al pasado de sometimiento económico, religioso o moral. Nos sentimos libres
al gozar por fin de la autonomía largamente merecida. Luego nos felicitamos
mutuamente por la victoria de las libertades individuales. Hasta ahí estamos 
todos de acuerdo.

Quien posiblemente no esté tan de acuerdo sea el bebe recién nacido. 

Porque como mamífero humano, nació “sin terminar”. Es decir, va a necesitar 
nueve meses de “embarazo extrauterino” para completar los nueve meses de 
“embarazo intrauterino”, esperando encontrar la misma calidad de 
confort, placer, movimientos, alimento, olores, mirada y presencia que 
experimentó en el vientre de su madre. Este torrente de experiencias 
agradables podrá recibirlas dentro de un entorno femenino, o más precisamente, 
dentro de un entorno maternante.

Los bebes recién nacidos no fueron invitados a la fiesta de los tiempos modernos.

No tienen voz ni voto en estas decisiones. Y las personas grandes no nos
tomamos el trabajo de averiguar qué es lo que ellos -en su especificidad 
de niños muy pequeños- necesitan: básicamente seguir navegando en la
 sutileza de la energía materna. Pero hay algo más que permanece oculto 
en el pensamiento colectivo: la espontánea e íntima escucha de la madre
al llamado del recién nacido y la intransferible conexión que cada mujer 
siente respecto al propio hijo.

Para permitirnos reconocer que la necesidad de permanecer juntos también

es nuestra, las mujeres deberíamos sentirnos cuidadas, atendidas, apoyadas
y sostenidas. Libertad no es depender de los propios recursos para subsistir.
Libertad no es trabajar dobles o triples jornadas. No somos libres cuando 
somos expulsadas al mundo del trabajo viéndonos obligadas a abandonar a la cría.
Eso es lo que nos han hecho creer -y hemos aceptado como cierto- engañadas
con la zanahoria de la modernidad. En realidad, sólo somos libres cuando nos 
otorgamos las posibilidades de vivir a fondo cada etapa de la vida. Y el primer
período de la maternidad es una muy especial. Además dura poco tiempo.


Laura Gutman.

lunes, 13 de junio de 2011

50 maneras de amar a tu pareja


1. Primero ámese cada uno a sí mismo.
2. Empiecen el día abrazándose.
3. Desayunen en la cama.
4. Díganse te amo cada vez que se separen.
5. Elógiense en forma espontánea y sincera.
6. Reconozcan y festejen sus diferencias.
7. Vivan cada día como si fuera el último.
8. Escríbanse cartas de amor inesperadas.
9. Planten una semilla juntos y cuídenla hasta su madurez.
10. Salgan juntos una vez por semana.
11. Envíe flores sin razón alguna.
12. Acepte y âme a los imagos y la familia del otro.
13. Escríbanse notas que digan te amo y colóquenlas por toda la casa.
14. Deténganse e inhalen el aroma de las rosas.
15. Bésense sorpresivamente.
16. Disfruten hermosas puestas de sol juntos.
17. Sean sinceros al disculparse.
18. Sean indulgentes.
19. Recuerden el día en que se enamoraron, y reconstrúyanlo.
20. Tómense de las manos.
21. Díganse te amo con los ojos.
22. Permita que ella llore en sus brazos.
23. Exprésele que lo comprende.
24. Brinden por su amor y compromiso.
25. Hagan algo que los anime.
26. Permítale que ello lo dirija cuando esté perdido.
27. Ríanse de sus chistes.
28. Aprecien su belleza interior.
29. Hagan las tareas de la otra persona por un día.
30. Alienten sueños maravillosos.
31. Exprésense muestras de afecto en público.
32. Dense masajes amorosos sin restricciones.
33. Escriban un  diario de su amor y registren momentos especiales.
34. Tranquilice los temores del otro.
35. Caminen descalzos juntos por la playa.
36. pídale a ella que se case de nuevo con usted.
37. Responda con un sí.
38. Respétense el uno al otro.
39. Sea el mayor admirador de us pareja.
40. Dé el amor que su pareja desea recibir.
41. Dé el amor que usted desea recibir.
42. Muestre interés en el trabajo del otro.
43. Trabajen juntos en un proyecto.
44. Constrúyanse una fortaleza con mantas.
45. Colúmpiense tan alto como puedan en un columpio a la luz de la luna.
46. Hagan un día de campo dentro de casa en un día lluvioso.
47. Nunca se acuesten enojados.
48. Ponga a su pareja primero en sus oraciones.
49. Dense un beso de buenas noches.
50. Duerman  muy juntos.
1 Corintios 13: 4-8
“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.  Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.  El amor nunca deja de ser.

No Me Idealices



No me idealices, lo hiciste y cuando me equivoque me desechaste, no veas en mi lo primero que te cause placer, no te derritas con mi sonrisa, con mi forma de ser, ámame con mis enojos y mis defectos que con eso te darás cuenta si en realidad me amas, no veas una princesa en mi, si cuando diga una palabra fea veras una bruja…
No veas a una linda manzana en la copa del árbol, porque no sabes si al comerla abra dentro un gusano…
no me idealices, porque luego te desilusionaras.
No creas mis mentiras verdad, porque cuando diga una verdad creerás que son mentiras, yo se que te decepcionarías si quisiera mostrar una emoción que no quieras saber, soy una mujer que ha salido de su niñez y todavía me queda esa esencia, no me veas como esa mujer experta, por que en cualquier momento saldrá esa niña escondida y todo se irá al piso, suelo ser una persona idealista pero cuando veo la realidad la acepto como es, por que yo tome una decisión, voto lo ideal y recojo la realidad.
No me compares con una linda flor con colores desconocidos, porque algún día esa flor se marchitara y me cortaras porque ya no satisfago tu linda mirada, yo me mido del corazón al infinito, conoce tu mismo a esta mujer que busca a alguien con quien hablar, compartir todo lo que ha aprendido en soledad, soy mujer, que no es necesario tratar de comprenderme si no que quererme.
No me veas como una linda estrella fugaz, por que como su nombre me dejaras, no quiero existir en tu imaginación por que luego me castigaras con tu indiferencia, soy para quererme no para entenderme soy mujer.